n. masc. y adj. Hijo de puta, cabrón. El muy hijo de perra se ha ido sin pagar. Aunque en algunos contextos puede tener connotaciones positivas (¡Qué hijo de perra! ¡Ha acertado todas las respuestas!), generalmente se usa de forma ofensiva como insulto.
Etimología
Probablemente del uso de perra como ‘prostituta’.