Es un adjetivo aparentemente inventado, sin significado claro, que se suele usar como parte de la expresión a palabras incoherentes, oídos persicopéticos para reforzar la idea de incoherencia. Se registra al menos desde 2010, aunque se cita como usado por familiares mayores.
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• En Telaraña (2013) de Rafael Vidarte González, se presenta como un adjetivo inventado por uno de los personajes con el significado de ‘genial, asombroso, increíble’, tal como se afirma que se deduce de la sonoridad de la palabra.
La inventó mi padre, según dice él
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Pues yo, con mis 76 años, la he oído en casa de mis padres y utilizado toda mi vida. Y la sigo usando mucho
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La frase «A palabras incoherentes, oídos persicopéticos» la oí yo por primera vez allá por 1994 a un compañero de instituto y gran amigo mío que por desgracia ya no está.
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A vocablos incoherentes auditivos persicopéticos. A palabras necias oídos sordos.
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Por 1970 ya se decía «a palabras necias oídos persicopeticos «
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