n. masc. Unidad que mide la fuerza de una fuente de contaminación olfatoria del aire y que equivale a la emitida por un adulto en oficina, sedentario y en confort térmico, que se da 0,7 baños al día y cuya piel mide 1,8 m². Se dice que, mientras que un fumador emite 25 olfs, un deportista emite 30.
Etimología
Creado por el danés P. Ole Fanger del latín olfactus ‘olfato’.