Novela de Ernesto Sabato publicada en 1961.
Minirresumen
Es una novela existencialista, con tintes surrealistas, que mezcla varias historias centradas en el personaje de Martín: amor, vida, muerte y el célebre y angustioso «Informe de ciegos».
Palabras interesantes: hierofántida.
Citas
«De un absurdo se puede inferir cualquier cosa».
«Todo se construye sobre lo anterior».
«En este país de resentidos sólo se empieza a ser un gran hombre cuando se deja de serlo».
«No recuerdo quién dijo que no leía para no perder su originalidad. ¿Se da cuenta? Si uno ha nacido para hacer o decir cosas originales, no se va a perder leyendo libros. Si no ha nacido para eso, nada perderá leyendo libros».
«—Si por usted fuera no habría ni escuelas. Si no me equivoco, usted debe de ser partidario del analfabetismo.
—Alemania en 1933 era uno de los pueblos más alfabetizados del mundo. Si la gente no supiera leer, al menos no podría ser idiotizada día a día por diarios y revistas».
«Los apóstoles de la máquina nos dijeron que cada día daría al hombre más tiempo para el ocio. La verdad es que el hombre tiene cada día menos tiempo, cada día anda más enloquecido».
«—¡Con gente así el mundo nunca habría ido adelante!
—¿Y de dónde ha sacado usted que ha ido adelante?
Sonrió con desprecio.
—Claro. Llegar a Nueva York en veinte horas no es un progreso.
—No veo la ventaja de llegar pronto a Nueva York. Cuanto más se tarda, mejor. Además, yo creí que usted se refería al progreso espiritual.
—A todo, señor. Lo del avión no es un azar: es el símbolo del adelanto general. Incluso los valores éticos. No me va usted a decir que la humanidad no tiene una moral superior a la de la sociedad esclavista.
—Ah, usted prefiere a los esclavos con sueldo».
«… esa euforia con que la gente sigue las catástrofes que momentáneamente los arranca de una existencia gris y vulgar»
«… ese orgullo […] que la mayor parte de los seres humanos, sobre todo los viejos, ponen en el vaticinio de graves enfermedades o de mortales calamidades “y ya ven que tenía razón”».
«Siempre entendemos demasiado tarde a los seres que más cerca están de nosotros, y cuando empezamos a aprender este difícil oficio de vivir ya tenemos que morirnos, y sobre todo ya han muerto aquellos en quienes más habría importado aplicar nuestra sabiduría».
«Con los años observé cuántas veces hay seres que sólo sirven de transitorios puentes para dos personas que luego han de mantener una vinculación profunda y decisiva».
«Como si hubiera habido algo importante en la historia de la humanidad que no haya sido exagerado».
Un pensamiento en “Sobre héroes y tumbas”