Expresión con la que se recrimina o describe a alguien que se dedica más a opinar o hablar que a ejecutar, o que no es consecuente con sus palabras. Mucho lirili y poco lerele: ya están con sus frases grandilocuentes, pero sin ninguna acción. Es coloquial.
Etimología
Probablemente de origen expresivo por asociación del sonido más cerrado de lirili con algo negativo e informal y el de lerele con algo más serio y contundente. Muestra la estructura de otras construcciones recriminatorias en las que un primer segmento encabezado por mucho presenta algo que se hace, generalmente prometedor, y el segundo, encabezado por y o pero, lo que realmente sucede, como en mucho ruido y pocas nueces.
Variantes: mucho lirilí y poco lerelé; mucho lirili, pero poco lerele; mucho lerele y poco lorolo, mucho lerele y poco larala, mucho lirili y poco larala.
Más información
• Se usa a veces simplemente la primera parte: Mucho lirili, pero a la hora de la verdad…
• No es necesario escribir coma antes de y, pero es posible por el valor adversativo que tiene aquí la conjunción (OLE): mucho lirili, y poco lerele.