Novela del escritor español Luis Landero (Alburquerque, 1948) publicada en 1989.
Por qué se llama así
Seguramente porque el protagonista, Gregorio Olías, empieza a una edad avanzada (46 años) sus «juegos» para hacer más llevadera la vida, todos ellos a través de su falsa identidad de Faroni.
Palabras interesantes: penibán (voz sonora y parece que inventada que se usa como prueba para ver si las palabras han perdido sus poderes mágicos), pantaruja (‘fantasma’), abuna (quizá ‘patriarca de los abisinios’; se pregunta por su significado en el libro para pillar; en algunas ediciones aburía), esconderite (‘escondite, lugar oculto donde esconderse’), se azabucaban (de azabucar, que parece ‘mezclar por meneo’: «… el orgullo, la esperanza, el vértigo, la inocencia se azabucaban para componer un borroso signo de locura»; seguramente relacionado con zabucar o zabuquear), mundanías (‘cosas mundanas, propias de lo vulgar o considerado normal en la sociedad’), favoral (palabra que supuestamente dice Gregorio: «Al fin sacó el taco de novelas, tragó saliva, dijo algo así como “favoral” y se quedó enredado en aquella palabra como un actor cómico de cine mudo en un alambre»), frangolla (ruido grande, referido al de las tripas; seguramente relacionado con frangollar), sarcusillo (quizá ‘loco’), teresitas (dulce de yema con forma de empanadilla cuadrada), rebumbio, ciconeaba (de ciconear ‘hacer su ruido la cigüeña’), grazniglotón (referido a un cuervo, ‘que grazna por glotonería’), rabiñoso (‘rabioso’), espuknis (seguramente, variante popular por espútniks, plural de espútnik, adaptación de Sputnik, nombre de distintos satélites, del ruso sputnik ‘satélite’), tirites (quizá ‘tiritonas’), faroniana (‘relacionada con Faroni’), saturnio (día que Gregorio se inventa entre el jueves y el viernes para que cuando llegara el sábado fuera ya domingo y pareciera que pasa más rápido el tiempo), uac, uac (onomatopeya de las cornejas graznando).
Citas
• «El poeta siempre dice la verdad, aunque mienta».
• «La paciencia es el arte de ganar guerras sin batallas».
• «Con una buena tormenta, una fortuna puede cambiar de manos en solo una noche».