Novela de Gustave Flaubert publicada en 1852.
Por qué se llama así
La protagonista de la novela es Emma Bovary, mujer del médico Charles Bovary, cuya manera de ser hará que Emma le engañe y quiera alejarse de él a toda costa.
Más información
• Lo normal es pronunciar el título [madám bobarí] o [madám bobagí].
Palabras interesantes (traducción de Carmen Martín Gaite): tinado, explicoteos, tornabodas, adrales, rascatripas, racahut, diaquilón, colofonia, estrefopodia, estrefocatopodia, estrefendopodia, estrefexopodia, estrefópodo, litotricia, miosotis, álsine, bateleros.
Citas
• Pero ya que esa ha de ser la suerte de todos, tampoco hay que entregarse a la desesperación ni desear uno morirse porque se mueran los demás… Hay que hacer algo por uno mismo, monsieur Bovary, ya verá cómo se le acaba pasando.
• La vida de ella era fría como una buhardilla con tragaluz al norte.
• No necesito ir a la iglesia a besar bandejas de plata y a engordar a expensas de mi bolsillo a una pandilla de farsantes que están mucho mejor alimentados que nosotros. Porque a Dios se le puede rendir homenaje igual en un bosque que en una tierra de labor o simplemente contemplando la bóveda celeste, como hacían los antiguos.
• Esas obras que no conmueven el alma pienso que se desvían de la verdadera finalidad del Arte.
• La mezquindad de la vida doméstica la disparaba hacia delirios de grandeza, la armonía matrimonial, a sueños de adulterio.
• Ahora se sentía más desgraciada, porque a la experiencia del dolor se unía la certeza de que no iba a terminar nunca.
• En provincias, la ventana es como un sucedáneo del teatro y del paseo.
• Pues no, señor, el deber no es eso, el deber consiste en sentir lo que es grande, gozar de lo que es bello, el único deber que tenemos es el de rechazar todos los convencionalismos ignominiosos que nos impone la sociedad.
• Porque se encontraba en uno de esos trances críticos, en que el alma entera deja traslucir cuanto encierra de forma indiscriminada, de la misma manera que el océano, cuando hay tormenta, se entreabre enseñando desde las algas de la orilla hasta las más profundas arenas de sus abismos.
• La ira había dado al traste con la retórica.
• De todas las borrascas que pueden caer sobre el amor ninguna más fría y arrasadora que una exigencia monetaria.
• ¡Qué cosa tan insignificante es la muerte! —pensaba—; me voy a dormir y se acabó.
• Cuando muere una persona, siempre sobreviene una especie de estupor, por lo difícil que es aceptar esta irrupción de la nada y prestarle credibilidad.
Un pensamiento en “Madame Bovary”